El verdadero jugador número 12 (ensayo breve)

junio 27, 2014


"La población general no sabe lo que está ocurriendo y ni siquiera sabe que no lo sabe”
Noam Chomsky

Recuerdo una frase muy recurrente en el fútbol que dice: “El jugador número 12 es la afición”. Esta frase tan sólo es una falacia, el jugador número 12 es más bien un artífice incorpóreo, un ente con matiz distraccional. Veamos, intentemos a través de algunos casos, des-ocultar esa falacia: 

El 24 de Marzo de 1976, el General Videla encabezó un golpe de Estado en Argentina, deponiendo a la Presidenta Isabel Martínez de Perón, esposa de Juan Domingo Perón. Las grandes multinacionales y la burguesía local estuvieron detrás de ese golpe de Estado, el motivo del golpe fue para aperturar los mercados económicos en Argentina y crear leyes laborales más flexibles para la burguesía, leyes que afectaron a la clase trabajadora y a los sindicatos. Argentina organizó la copa mundial de fútbol en 1978. Videla gobernaba de facto. Holanda era el mejor equipo del mundo en ese tiempo, además tenía al mejor jugador del orbe, Johan Cruyff, quien de manera extraña decide no jugar el mundial. Argentina gana la final a Holanda. Videla entrega la copa a Daniel Pasarela, capitán argentino. Las masas argentinas se entregan a su dictador y a su selección. 

En otros contextos: Mundial de Estados Unidos 1994, la selección anfitriona gana a Colombia 1-0 con un autogol de Andrés Escobar. La mejor selección de fútbol en la historia de Colombia es eliminada. Detrás del autogol y en medio del revuelo que causó el asesinato de Escobar, se presume, estuvieron los grupos que controlaban las casas de apuestas. En el proceso seguido en contra del asesino de Andrés Escobar, éste fue sentenciado a 43 años de prisión; después de cumplir con una condena de tan solo 9 años, salió libre. 

Mundial de Sudáfrica 2010. El sistema financiero Mundial en el año 2008 entra en crisis, el euro se devalúa. Se empiezan a rescatar por parte del Banco Central Europeo algunas economías, se tenía ya previsto que países como Grecia y España cayeran en fuertes crisis. En España detonó una crisis inmobiliaria que provocó innumerables desahucios y desempleos. España gana el mundial, las masas aún con la crisis encima, festejan a su equipo. Sin embargo, no se pudieron contener las protestas, en mayo de 2012 el movimiento de los indignados irrumpe las calles. 

1° de Julio de 2012. Se lleva al cabo la elección presidencial en México; regresa el PRI al poder, el candidato de la burguesía mexicana obtiene el triunfo, la elección es fuertemente cuestionada, se habla de compra masiva de votos y lavado de dinero, crece el descontento popular por todo el país, y también la represión. Surge el movimiento “Yo soy 132”. En agosto de ese mismo año, en Londres, México gana a Brasil la final del certamen olímpico, las masas salen a las calles a festejar el triunfo, las protestan políticas se minimizan en los medios y se emprende toda una campaña publicitaria vanagloriando el triunfo de la selección mexicana, campaña que opera como distractor social. 

Es así que a través de este breve corolario de casos, estimados lectores, nos es permitido evidenciar que el verdadero jugador número 12, es el mercado financiero. El fútbol ha perdido su esencia, su espíritu deportivo y ha sido reemplazado por un interés comercial. El aficionado, por consecuencia ha evolucionado en mudo espectador y proactivo consumidor del producto, cuyo único fin es deglutir todo tipo de mercancías propuestas en la persona de los jugadores. A la vez, constituye un factor alienante, un distractor, que nos aleja de las realidades sociopolíticas. 

En conclusión, podemos decir que el fútbol es un mecanismo de control social, cuya agenda está controlada por una élite financiera global a nivel internacional, y por las oligarquías nativas a nivel local. Ambas, al ver amenazada su permanencia y status quo, recurren a los fenómenos de masa deportivos para aumentar sus ganancias, reproducir el sistema y perpetuarse en el poder.

Karlos Marín

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