Plaguicidas prohibidos en otros países siguen autorizados en México

Plaguicidas prohibidos se siguen usando en México

Plaguicidas altamente peligrosos, prohibidos en otros países, siguen autorizados en México: un estudio revela la magnitud del riesgo y la omisión estatal

Un informe elaborado por especialistas en toxicología revela que México mantiene autorizados más de 200 plaguicidas altamente peligrosos, muchos de los cuales han sido prohibidos en otros países por su impacto letal sobre la salud humana y los ecosistemas.

El pasado 15 de junio de 2025 se dio a conocer la publicación Lista de Plaguicidas Altamente Peligrosos autorizados en México y Prohibidos en otros Países 2025. El estudio fue realizado por el Dr. Fernando Bejarano González, coordinador de la Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM), en colaboración con las doctoras Aurora Elizabeth Rojas García y Yael Yvette Bernal Hernández, investigadoras de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) y miembros de la Red Temática de Toxicología de Plaguicidas.

El análisis se llevó a cabo en la Ciudad de México con base en fuentes oficiales, bases de datos internacionales y metodologías reconocidas por organismos como la FAO, la OMS, la Unión Europea y PAN Internacional. El objetivo fue identificar y clasificar los ingredientes activos de plaguicidas altamente peligrosos (PAP) que continúan autorizados en el país a pesar de su alta toxicidad comprobada.

Los resultados son contundentes: en México están autorizados 210 plaguicidas altamente peligrosos, de los cuales 171 están prohibidos en otros países. Además, 67 presentan toxicidad aguda muy alta, 45 son probables o posibles cancerígenos según la EPA de Estados Unidos, 42 afectan la reproducción humana y 46 son alteradores endocrinos, es decir, interfieren en el sistema hormonal.

Pero el daño no termina en la salud humana. La investigación identifica 79 plaguicidas altamente tóxicos para las abejas, 17 para organismos acuáticos y 14 que son altamente persistentes en agua, suelo y sedimentos, lo que agrava su impacto ambiental.

Pese a esta evidencia, las autoridades mexicanas —particularmente COFEPRIS, SADER y SEMARNAT— han incumplido con las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), especialmente la recomendación 82/2018, que exige la prohibición progresiva de estos compuestos y la adopción de medidas interinstitucionales con enfoque de derechos humanos.

Según el Dr. Bejarano, muchos de estos plaguicidas obtuvieron permisos con vigencia indefinida y no existe un registro público accesible que permita saber con certeza dónde, cuándo y cuánto se usan. Aun así, las investigaciones de campo documentan su presencia en todo el país, desde pequeñas parcelas campesinas hasta grandes monocultivos. No es un problema marginal ni aislado, sino un modelo agroindustrial sostenido por políticas públicas cómplices.

Las investigadoras Aurora Rojas y Yael Bernal señalaron como casos prioritarios de prohibición al insecticida clorpirifos, un neurotóxico infantil ya vetado por el Convenio de Estocolmo; al glifosato, con efectos cancerígenos; y a los insecticidas fipronil, imidacloprid y tiametoxam, responsables de la muerte masiva de abejas en el país. Su uso persiste incluso en campañas de salud pública, como las nebulizaciones del CENAPRECE para el control de mosquitos, sin considerar el daño acumulativo en zonas urbanas y rurales.

Más allá del catálogo técnico, el informe subraya que esta permisividad representa una grave violación a los derechos humanos de comunidades campesinas, pueblos indígenas, infancias, personas gestantes y jornaleras agrícolas. Es una forma de violencia estructural que envenena silenciosamente los cuerpos y los territorios.

Ante esta situación, el informe recomienda:

  • La elaboración urgente de una política nacional de prohibición progresiva de PAP con enfoque de derechos humanos.

  • La actualización del Reglamento de Plaguicidas y Sustancias Tóxicas.

  • La creación de un sistema nacional de vigilancia y acceso público a la información sobre el uso de estos compuestos.

  • El fortalecimiento de políticas de transición agroecológica con base en la soberanía alimentaria y la justicia ambiental.

Características principales de los plaguicidas altamente peligrosos autorizados en México

  • Toxicidad aguda muy alta: 67 plaguicidas pueden causar la muerte por inhalación o contacto.
  • Probables y posibles cancerígenos: 45 sustancias han sido clasificadas por la EPA de EE.UU. como cancerígenos probables o posibles.
  • Tóxicos para la reproducción humana: 42 sustancias afectan la fertilidad o el desarrollo fetal.
  • Alteradores hormonales: 46 compuestos están catalogados por la Unión Europea y Japón como disruptores endócrinos.
  • Daño ambiental: 79 plaguicidas son muy tóxicos para las abejas; 17 para organismos acuáticos; 14 son altamente persistentes en suelo, agua o sedimentos.

Desde Cultura Errante consideramos que esta investigación es de alta relevancia para la salud pública en México, y representa una herramienta fundamental para exigir a las autoridades la creación de políticas públicas con enfoque de derechos humanos, que garanticen el derecho a la salud, a un medioambiente sano y a una vida libre de sustancias tóxicas. Debe Debe ser un llamado a la acción social, comunitaria y territorial.

Por eso seguimos apoyando la campaña Veracruz Verde y Saludable… y libre de agrotóxicos, una iniciativa ciudadana que busca prohibir el uso de plaguicidas peligrosos a nivel municipal, comenzando por la región de Coatepec y Tlalnelhuayocan, una zona biodiversa gravemente afectada por el monocultivo de la papa.

Necesitamos territorios vivos, no zonas de sacrificio. Firma, comparte y defiende el derecho colectivo a una vida sin veneno.



Más información:
📄 Informe completo: www.rapam.org
🔗 Campaña ciudadana: Veracruz verde y saludable


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