anida aves,
entes nocturnos que a la muerte invocan;
augurio de las pesadillas su aleteo.
Inadvertido,
el miedo arremete mientras duermo.
Fuego,
velas,
luces digeridas por las sombras;
por las noches sólo los sueños resplandecen.
Amanece,
el día oculta el temor bajo la almohada.
Pendo de la esperanza,
retomo el vuelo.
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