Julia (prosa-poética)
Se aclaran poco a poco las calles
los peatones se esconden de la lluvia
que los limpia y acicala
se trepan los unos a los otros
rosando con los tacones los charcos
a la orilla del ruido en las avenidas
Julia mira por la ventana del café
un cielo guarnecido en girones
cobrizos casi palpitantes
partidos por un avión que pasa
dejando hilos radiantes de adioses y hasta prontos
con carteles y pañuelos y manos apretadas extrañando
y es que hay que volver
hay que volver lo más pronto posible
con las costuras intactas
hacer de nuevo como las ballenas
la bocanada amarillenta
de congoja y añoranza
y volver pronto
Julia sorbe de su taza un poco de café
y mira por la ventana el avión
que raja los tubérculos nubarrones hinchados
y escucha como no queriendo sacar el zumo
de las amotinadas ondas elásticas
de las torretas de patrullas y ambulancias
que se confunden un poco
con el susurro de una televisión
pasando Duke Ellington
un hombre pasa por la acera de enfrente
transeúnte de helechos azules fluorescentes
le carcome algo en el bolso
mete una mano que desaparece para siempre
y nos mira
mira a Julia pálida
mira a Julia quieta
a Julia mirando un avión
a Julia falta de peso
fatigada
se parece a la nota Si bemol
a la sonata veintitrés
se parece a la esfinge con su condición
pálida arenosa
es Lami hacedora de la culpa y el remordimiento
es Palas dando el primer olivo
Julia busca con sus ojos mis ojos
pero se pierden como peces ciegos
buscando alimento
se aferra a su tacita de café
busca inútilmente a través del cristal el avión
aguja y suero de este pedazo de tiempo
espejismo y sollozo culpable enmascarado
palo pavoroso de furgones vacíos antárticos
Julia busca con sus ojos mis ojos
llora sin dejar lágrima o recaudo
se encienden sus pupilas y sus cabellos
las bancas del café y su relojito de pulsera
hace hueco en la prosa del albañil
que anda taciturno a su casa
crujen y se tuercen las piernas largas
de la mesera que siente en el vientre
el tintineo de la tarde que se aleja
entre olas verdes y azules y naranjas de luz
hay jazmín en la boca de Julia
hay esmeralda y concha nácar
en las manos de Julia
que toman mis manos
y hacen de ellas refractarios
para las intoxicadas abejas
angelicales whitmanianas
Julia encuentra en mis ojos sus ojos
Julia va a decir algo
Mariano Sabbá
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