Mi ventana
ultramar
me da siempre las
mejores notas de sosiego
notas tan largas
que se extienden
hasta como si nos
conociéramos
mucho antes de
habernos conocido
y se me va
entonces la fatiga
de las muecas y
gestos
llega a punto de
ovillo el petirrojo
de arabesco
aleteo
sabemos que viene
de lejos aunque
no se haya
alejado del nido
pues nos duele la
misma ala
el mismo diente
somos ya el
contrapunto
el contracuento
miramos caer el
sol
irse la noche
trozos de vida en
cada charco de la avenida
susurros de
gentes que se nos esconden
carburadores
cisternas
helicópteros que
parecen haber perdido algo
relojes caminando
de espaldas
plantas y
palmeras fósiles arremangadas
reflejos de luces
que se apagan
por exceso de
vida
no de tiempo
así nos iremos
algún día
sin haber preñado
la tierra
sin haber
contagiado más que olvido
Así nos iremos
algún día
0 Comentarios
Gracias por tu comentario. Seguimos en conexión.