México prohíbe 35 plaguicidas altamente tóxicos: un paso histórico, aunque insuficiente
El gobierno mexicano decretó el pasado 3 de septiembre de 2025 la prohibición total de 35 plaguicidas por sus graves impactos en la salud y el medio ambiente. El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación, marca un hecho histórico: desde 1991 no se emitía una medida de este tipo, y en aquella ocasión la lista incluía apenas 21 ingredientes activos.
La disposición establece la prohibición del uso, producción, comercialización e importación de estas sustancias. Aunque algunas ya estaban restringidas en años anteriores, el decreto unifica y amplía la prohibición, dejando claro que a partir de ahora su manejo está fuera de la ley en todo el país.
Lista de los 35 plaguicidas prohibidos en México
A continuación se presenta la tabla con la información oficial de los 35 compuestos, sus principales usos y su estatus anterior en el país.![]() |
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Información adicional sobre algunos compuestos
Detalles específicos sobre algunos de estos plaguicidas, que ayudan a entender el porqué de su prohibición:
- 2,4-DB: Es un herbicida sistémico selectivo de la familia fenoxi, utilizado para controlar malas hierbas de hoja ancha en cultivos como alfalfa, maní y soja. Su metabolito activo es el 2,4-D. Es moderadamente tóxico para los peces y presenta riesgos de toxicidad para perros y gatos en exposiciones prolongadas .
- Aldicarb: Un insecticida, acaricida y nematicida extremadamente tóxico (clase I de toxicidad). Es conocido por su alto riesgo de envenenamiento para humanos y fauna silvestre. Su prohibición en muchos países es anterior a este decreto .
- Carbofurano: Un insecticida, acaricida y nematicida de amplio espectro, también altamente tóxico. Estaba prohibido en Canadá y Europa, y su uso se asociaba con envenenamientos de aves y otros animales .
- Clordano: Un insecticida organoclorado persistente (POP) que se acumula en el medio ambiente y en las cadenas tróficas. Su uso estaba muy restringido a nivel internacional por el Convenio de Estocolmo .
- DDT: Quizás el insecticida más famoso y emblemático. Es un contaminante orgánico persistente (POP) prohibido a nivel mundial para uso agrícola desde hace décadas debido a su alta persistencia, bioacumulación y toxicidad. Sin embargo, algunos países aún lo utilizan para el control de malaria bajo estrictas condiciones, pero México lo incluye en esta prohibición total .
Por qué fueron prohibidos
Los plaguicidas incluidos en la lista se caracterizan por su alta toxicidad y persistencia en el ambiente. Ejemplos emblemáticos son el DDT, prohibido globalmente desde hace décadas pero aún presente en suelos y cadenas tróficas; el Endosulfan, vinculado a daños neurológicos y endocrinos; o el Carbofurano, conocido por provocar envenenamientos masivos de aves.
Otros, como el Aldicarb, representaban un riesgo letal para agricultores y comunidades rurales por su toxicidad aguda. La evidencia científica acumulada en torno a estas sustancias fue determinante para su inclusión en la lista negra.
Impactos ambientales y sociales
Uno de los argumentos clave para la prohibición es la protección de la apicultura. Al menos 20 de los plaguicidas vetados están directamente relacionados con la muerte masiva de abejas, un fenómeno que amenaza la polinización y, con ello, la seguridad alimentaria.
La medida responde también a las demandas históricas de organizaciones campesinas, académicas y colectivos socioambientales, que durante décadas han denunciado los efectos de los agrotóxicos en la salud de comunidades rurales, en especial en niñas, niños y personas trabajadoras del campo.
Críticas y limitaciones
A pesar de la trascendencia de la medida, expertos y organizaciones como la Red de Acción sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM) advierten que el decreto es “un avance tímido” frente al poder de la industria agroquímica.
El análisis muestra que el 57% de los plaguicidas prohibidos ya no se importaban en años recientes, lo que reduce el impacto económico real para las empresas. Además, quedaron fuera los plaguicidas más usados y peligrosos, como el glifosato, el paraquat y los insecticidas neonicotinoides (imidacloprid, clotianidina, tiametoxam), ampliamente señalados como responsables de la desaparición de abejas y de riesgos graves para la salud humana.
En lugar de prohibirse, 12 sustancias de alta peligrosidad se sometieron a un esquema de “venta controlada”, medida que especialistas califican de ineficaz en un país donde la regulación en el campo es débil y difícil de aplicar.
Un proceso negociado con la industria
Diversas voces critican la falta de transparencia en la elaboración de la lista. El hecho de que se hayan prohibido sustancias de bajo impacto comercial, dejando fuera las más rentables para las empresas, ha sido interpretado como resultado de un proceso de negociación con la propia industria agroquímica.
Esto plantea la duda de si el decreto responde más a la presión social y política que a una estrategia sólida de protección de la salud pública y de la biodiversidad.
Lo que viene
El gobierno anunció que en 2026 y 2027 se publicarán dos nuevas listas con sustancias adicionales, en un proceso gradual de eliminación de plaguicidas altamente peligrosos. Sin embargo, organizaciones sociales advierten que la transición hacia una agricultura sin agrotóxicos no puede esperar y debe acompañarse de políticas públicas que fortalezcan la agroecología y la soberanía alimentaria.
La prohibición es un paso adelante, pero aún insuficiente frente al reto de construir un modelo agrícola justo, sano y sustentable. En medio de la resistencia de la industria, el mensaje es claro: antes que las ganancias corporativas están los derechos de la naturaleza y de los seres humanos.
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