Maltrato animal disfrazado de arte: La contundente crítica de Avelina Lésper
"Maltratar animales no es arte" —con esta frase contundente, la reconocida crítica de arte Avelina Lésper inicia un demoledor análisis en un reciente video de su cuenta de TikTok, donde denuncia las prácticas crueles de artistas como Marco Evaristti y otros, quienes bajo el pretexto de "denuncia social" someten a animales a sufrimiento innecesario.
Su reflexión no solo expone la hipocresía detrás de estos actos, sino que cuestiona por qué museos, curadores y el sistema del arte contemporáneo legitiman este tipo de violencia. ¿Realmente puede llamarse "arte" a la tortura de seres vivos?Lésper aborda el caso de Marco Evaristti, un artista danés que alcanzó notoriedad por obras que rayan en lo sádico: desde peces en licuadoras funcionales (que algunos espectadores accionaron) hasta tres cerditos encerrados en un carrito de supermercado, dejados morir de hambre y sed como "crítica" a la industria porcina.
"Estas personas creen que se denuncia el delito cometiendo el delito. Creen que se puede denunciar un asesinato cometiendo un asesinato. Es una cosa irracional", señala Lésper en su video.
Y no es el único. La crítica también menciona a Teresa Margolles (del polémico grupo SEMEFO) y un reciente escándalo en el Museo Tamayo de México, donde perros con collares de castigo fueron parte de una instalación, a pesar de existir leyes locales contra el maltrato animal.
El arte no debe ser un escudo para la crueldad: Cuando museos avalan estas obras, normalizan que el sufrimiento animal sea "válido" en nombre de la "creatividad".
El cinismo del discurso "activista": Artistas como Evaristti se presentan como críticos sociales, pero su método no busca cambiar nada, solo generar escándalo y visibilidad.
Las instituciones son cómplices: Galerías y museos financian estas obras, a pesar de que violan leyes de protección animal.
Hay alternativas éticas: El arte puede ser poderoso sin dañar a otros seres vivos (ejemplo: el trabajo de artistas que usan tecnología o materiales simbólicos).
¿Qué hacer frente a esto?
- Exigir responsabilidad a los museos: Bajo ningún concepto deberían exhibirse obras que involucren maltrato.
- Denunciar legalmente: Si un performance viola las leyes de protección animal, debe ser llevado ante autoridades.
- No legitimar a estos "artistas": El verdadero arte no necesita crueldad para ser relevante.
¿En dónde se encuentra el límite entre el arte y la barbarie?
¿Qué opinas? ¿Crees que el maltrato animal puede justificarse en nombre del "arte"?
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