Presupuesto ambiental 2025: la naturaleza fuera de las prioridades del Estado mexicano
Coatepec, Ver. 22 de abril de 2025
México atraviesa una emergencia ambiental silenciosa. Incendios forestales, sequías prolongadas, pérdida acelerada de biodiversidad y contaminación creciente exigen acciones urgentes. Sin embargo, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2025 apunta en sentido contrario: un recorte histórico del 39.4% al presupuesto ambiental.
El Ramo 16, correspondiente al sector medioambiental, pasará de recibir 70,245 millones de pesos en 2024 a 44,370 millones en 2025, lo que representa el nivel más bajo en casi dos décadas. En términos del Producto Interno Bruto (PIB), el gasto ambiental caerá al 0.1%, el mínimo en 18 años.
¿Qué implica este recorte?
Las consecuencias son tan profundas como invisibles para buena parte de la población. Varias instituciones clave para la protección de nuestros ecosistemas verán reducida su capacidad operativa:
- Conagua: sufre un recorte del 43%, con un presupuesto de 37,119 MDP, lo que afectará el manejo del agua, sobre todo en zonas rurales e indígenas.
- Conanp: apenas recibirá $10.2 pesos por hectárea protegida, cifra irrisoria para conservar las Áreas Naturales Protegidas.
- Profepa: perderá el 14% de su presupuesto (840 MDP), debilitando la vigilancia contra la tala ilegal, los vertidos tóxicos y otros delitos ambientales.
Este debilitamiento institucional compromete gravemente el cumplimiento de metas climáticas internacionales, como las establecidas en la COP29, y deja a cientos de comunidades expuestas a la degradación ambiental.
¿A dónde se destina el llamado "gasto ambiental"?
Aunque el gobierno federal presenta el Anexo 16 del PEF como un instrumento de inversión ambiental, la realidad es otra. El 96% de ese presupuesto se dirige a megaproyectos sin criterios ecológicos claros:
- Tren Maya (operado por la Sedena): 827,762 MDP
- Gas natural (CFE): 34,000 MDP
- Semarnat: recibe solo el 3.6% del total
Es decir, se etiqueta como “ambiental” una inversión que, en la práctica, acentúa la presión sobre ecosistemas frágiles y desconoce la opinión de las comunidades afectadas.
Consecuencias directas: el costo de ignorar la crisis
Las implicaciones del recorte son múltiples:
- Desprotección de 232 Áreas Naturales Protegidas, vitales para la biodiversidad.
- Mayor impunidad ambiental, por falta de inspectores y sanciones efectivas.
- Retroceso en el combate al cambio climático, por incumplimiento de metas y pérdida de resiliencia ecológica.
- Tensión en territorios indígenas y rurales, donde el Estado abandona la protección ambiental pero autoriza megaproyectos extractivos.
En pocas palabras: menos recursos para la vida, más presupuesto para el despojo.
El recorte al presupuesto ambiental en 2025 refleja una desconexión profunda entre las decisiones de gobierno y la urgencia ecológica del país. El medio ambiente ha sido relegado a un papel marginal, reducido a cifras simbólicas mientras se priorizan obras de alto impacto y baja transparencia.
Desde los territorios, la sociedad civil y los medios críticos, urge levantar la voz:
"El medioambiente es la base de nuestra supervivencia. Exigimos un presupuesto digno, justo y urgente."
Fuentes:
- Gerardo Pérez Muñoz
- CEMDA (Centro Mexicano de Derecho Ambiental)
- NOSSA (Observatorio de Gasto Público y Medio Ambiente)
- SHCP (Secretaría de Hacienda y Crédito Público)
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